(Paradigma)– En una reveladora declaración en la red social X, Carlos Segura Foster, miembro del Comité Central del PLD y ex-administrador del Banco Agrícola, expresa su profunda preocupación por la situación que atraviesa la entidad financiera. Con un tono cargado de decepción, Foster no duda en calificar la situación actual del Banco Agrícola como desgarradora, especialmente al referirse al aumento desmesurado de personal innecesario que, según él, está teniendo un impacto negativo en la institución.
https://x.com/Segurafoster/status/1734596522954670352?t=JqtYszFrOoyiBvZVoqKgFw&s=08
Descontrol en el BAGRICOLA: Un Lamento por la Productividad Agropecuaria
Foster lamenta el evidente descontrol en el Banco Agrícola, denunciando un aumento excesivo de personal que, en sus palabras, solo parece beneficiar a allegados. Para él, este crecimiento desmesurado no solo es innecesario, sino que está provocando un daño significativo al banco, que es el principal soporte de la producción agropecuaria en el país. Las imágenes, según Foster, hablan por sí solas y plantean interrogantes sobre la gestión interna de la institución.
Despilfarro en Nóminas y Pensionados: Una Observación Incisiva
El ex-administrador del Banco Agrícola no se detiene ahí. También señala el problema en las nóminas de pensionados, expresando su reconocimiento a aquellos que han dedicado décadas de servicio a la institución. Sin embargo, denuncia aumentos inexplicables en los últimos tres meses, insinuando que podrían deberse a prácticas cuestionables. Foster insta a una revisión detallada de estas cifras, descartando la posibilidad de simples errores mecanográficos y llamando la atención sobre una gestión que, desde sus inicios, ha seguido la ruta del dispendio.
Impacto en la Producción y Alimentación: Un Costo Elevado para el País
El ex-administrador va más allá al conectar estos problemas internos con consecuencias más amplias. Afirma que el dispendio en la gestión del Banco Agrícola ha llevado a una disminución en la producción y el consumo de alimentos esenciales, contribuyendo a los precios más altos en la historia del país. Foster enfatiza la importancia de abordar estas preocupaciones para revertir esta tendencia y proteger el papel vital que juega el Banco Agrícola en el desarrollo agropecuario.
En resumen, las palabras de Carlos Segura Foster revelan un cuadro desolador en el Banco Agrícola, donde el descontrol interno y el despilfarro amenazan con socavar la función esencial de la institución en el sustento de la producción agropecuaria. Este lamento es, sin duda, un llamado urgente a la acción para restaurar la integridad y eficiencia de una entidad que juega un papel crucial en la seguridad alimentaria de la nación.