Por: Esther Rodriguez
Sé lo que es el estado, estuve allí y no me arrepiento. Aporté y aprendí, y con orgullo serví a mí país.
Mi reflexión de éstos comicios es que perdió el país, porque no se ponen todos los huevos en una sola canasta.
No se trata de partidos, sino de gente comprometida con la nación.
No se trata ser estado, sino servidores públicos que cumplan con una misión.
No se trata de un presidente, sino de ser un Ciudadano Presidente comprometido con la Soberanía Nacional y custodio celoso de la libertad que con sangre nuestros patricios lograron.
No se trata de ocupar un cargo ni de ostentar poder, se trata de ser parte de la construcción y mejora de un país, una nación, y dejar un legado en las páginas de nuestra historia.
No se trata de egos, sino de una impronta que recuerde siempre, que no es cómo se empieza, sino cómo se termina.
Se trata de un país, una nación que no ha sido capaz de pensar fuera de sus propios intereses, en vez de la colectividad.
Que no se trata de mí, sino de todos, del presente, y del porvenir de una nación y de su gente.
República Dominicana demostró que es tierra de nadie. Superar nefastos gobiernos de su misma línea, llegar por hastío con el favor de otro, demostrar y superar con creces la falta de gestión e incapacidad de gobernar e involucionar el desarrollo de una nación, trae y tendrá consecuencias y TODOS COMO CIUDADANOS DEL PAÍS PERDEMOS.
La participación de 34 partidos en un país tan pequeño como el nuestro, y que impere sobre la razón y la conciencia decisiones basadas en la ambición, traición, rencor y la deslealtad, es caer muy hondo y de ser totalmente ajenos a la realidad real de que el país, el pueblo, no se percatan de la gravedad de sus decisiones, de ignorar que sus deberes y derechos son continuamente violentados dentro de la seudodemocracia que vivimos, y es realmente lamentable.
Caiga en la conciencia de cada ciudadano irresponsable consigo mismo y la nación, el resultado de las calamidades y frustraciones de todos y nuestras generaciones.
