Paradigma. Desde el inicio de la pandemia, se ha escuchado con frecuencia que estamos enfrentando una ola de violencia post-pandemia que permea toda la sociedad y nos mueve a preocupación. Según datos recientes, el 69% de los casos de violencia que se presentan a diario están relacionados con la convivencia.
La Convivencia Post-Pandemia: Falta de Empatía y Colaboración
Un levantamiento informal entre familiares y amigos revela una preocupante falta de empatía, colaboración, solidaridad y sensibilidad en la convivencia entre vecinos en residenciales y otros sectores, a pesar de la existencia de Juntas de Vecinos. Parece que el encierro pandémico no solo se llevó a personas cuyos familiares no pudieron despedir, sino que también afectó la armonía de la convivencia, fomentando la irritabilidad, el desdén por lo que no nos atañe, la violencia en las familias y la depresión por las pérdidas humanas y materiales que sostenían nuestra estabilidad y sentido de pertenencia.
La Necesidad de Recuperar la Armonía en la Convivencia
Como ciudadanos, familias y sociedad, vivir en comunidad implica crear un ambiente donde prevalezca el respeto, las relaciones saludables y espacios de armonía. La colaboración, la empatía, la tolerancia, la cortesía, el respeto y la paz son valores esenciales para una buena convivencia y el manejo de nuestras relaciones y emociones. Estos valores son la base de nuestras interacciones con cónyuges, familias, colegas y amistades, y deben ser cultivados y mantenidos.
La Importancia de los Valores Morales y Éticos
Debemos esforzarnos como sociedad para que los valores y principios morales, éticos y espirituales que nos distinguen como seres sociales no sean vulnerados por la insensatez, el individualismo y la mezquindad. Es esencial evitar la deshumanización de nuestra sociedad y fomentar la gratitud a Dios por cuidar de nosotros y de los nuestros, por estar vivos y ocupados. La actitud de gratitud debe ser constante.
Reflexión ante Desastres y Solidaridad
Recientemente, hemos sido testigos de cómo un evento climático puede cambiar la vida de un ser humano y una familia en un instante. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Estamos preparados para enfrentar tal adversidad? ¿Cómo reaccionaríamos? ¿Podemos esperar solidaridad en tiempos difíciles?
Es imperativo que nuestra sociedad no nos sea indiferente y que pongamos en práctica el manual de relaciones humanas por excelencia, que nos recomienda: «Que nuestra gentileza sea conocida por todos». La recuperación de estos valores es crucial para reconstruir una convivencia saludable y armónica post-pandemia. Solo a través de la empatía, la colaboración y el respeto mutuo podemos enfrentar juntos los desafíos actuales y futuros, y asegurarnos de que nuestra comunidad prospere en un ambiente de paz y solidaridad.