Por: Frank Milton
Si hay algo que me genera preocupación, son los malos entendidos y discusiones, muchas veces estériles, que se dan entre las parejas, sean estos novios, esposos o simplemente amigos. La mayoría de las veces las parejas pelean o discuten, por tonterías, que se solucionarían si algunas de las partes decidiera ceder un poquito más. Existen ocasiones, cuando una persona dice algo duro y ofensivo, en el fondo lo que busca es desahogarse o tal vez provocar que el agredido responda de la misma manera y así generar un conflicto para justificar el pensamiento negativo que se tiene de la persona que agrede.
Está claro y comprobado, que toda acción trae consigo una reacción, es cierto, pero a pesar de la famosa ley del talión, “del ojo por ojo y diente por diente”, en ningún lugar está escrito, que la reacción debe de ser necesariamente igual a la acción que la provocó.
De ahí que, si en una relación de pareja, no importa el tipo que sea, se da una situación de reclamo e insulto, por una de las partes, lo ideal es que la otra parte reacciones de forma contraria, con amabilidad y dulzura, y verán como la situación tensa y desesperante cambiará a tranquilidad y sosiego, entonces juntos podrán buscarle solución al conflicto, no importa cual sea; eso es lo que entiendo, se le llama en la biblia “poner la otra mejilla.”
Para ilustrar mejor el mensaje que quiero trasmitir, le doy a leer a modo de ejemplo, un intercambio correo electrónico, tuve hace ya un buen tiempo , con una persona, con la que comenzaba a tener una relación. Saquen sus conclusiones.
Ella:
Hay que verificar cual es la situación que está ocurriendo entre tú y yo, pues apenas llevamos varios días conociéndonos y ya se han suscitados varias discusiones. Yo puedo poner de mi parte para que esto no suceda, pero creo que con esa actitud posesiva, autoritaria, impulsiva, distanciada, desconfiada e inmadura que tienes no vamos a llegar a ningún lado. Así que vamos a poner los puntos sobre las íes, porque yo no estoy en disposición de perder el tiempo, tienes toda la libertad para que me expreses cual es el problema, dime si es que estás traumatizado por alguna relación que hayas tenido anteriormente o es que te has prejuiciado conmigo, pero exprésate…
Yo:
Tenemos que verificar esta situación que ocurre en mí, con relación a ti, pues apenas llevamos varios días conociéndonos y ya te estoy sintiendo dentro de mí, como parte necesaria. Yo puedo intentar que no te meta tan hondo en mi vida, pero creo que con esa actitud, tan dulce, atenta, abierta, cercana, cariñosa y entregada que tú tienes, creo que llegaré muy lejos a tu lado. Así que vamos a poner los puntos sobre las íes, porque yo no estoy en disposición de perderte en el tiempo, tienes toda la libertad para expresarme tus sentimientos, dime si es que tú has decidido desesperarme con tu dulzura, tu atención y tus besos, que no logro borrarlos de mis labios y de mi piel, o es que tú te la has cogido conmigo y has decidido volverme loco con tu sonrisa, pero exprésate por favor… ¿Qué es esto que comienzo a sentir?
No les diré en que terminó todo, pero lo que si le puedo decir es que definitvamente: La forma a como se reacciona al abordaje de los demás es que hace la diferencia.