Por: Gustavo Guzmán, @gutavoguzmanrd
El país necesita urgente el fortalecimiento de los Ingresos Públicos por eso se hace urgente una reforma fiscal, tomando en cuente la necesidad de financiar el desarrollo económico y social. La actual estructura tributaria presenta desafíos en términos de eficiencia y equidad. Según la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), la evasión fiscal le está haciendo un hoyo limitando la capacidad para recaudar ingresos suficientes.
La sostenibilidad de la deuda pública en República Dominicana sigue en un aumentado significativo en estos años de gestión. En 2023 la deuda pública consolidada se situaba en 73,121.4 millones de dólares, lo que representa un gran aumento con respecto a otros gobiernos no fueron dirigidos por el presidente Luis Abinader. Es por eso que luego del teatro del 16 de agosto de la juramentación 2024-2028, viene una reforma fiscal que debe incrementar por obligación los ingresos del Estado, sin esto será prácticamente imposible mantener la sostenibilidad de la deuda, así como financiar proyectos esenciales sin recurrir a más endeudamiento que en corto plazo sería una bomba atómica para la situación económica de nuestro país.
En la actualidad el sistema tributario dominicano esta basado en impuestos indirectos como el ITBIS un claro ejemplo, a través de este se obtienen en gran medida los ingresos fiscales de la nación. Es claro que esto afecta en mayor medida en los más vulnerables, es por eso por lo que una reforma fiscal debe cambiar en ese sentido y asegurar que los de mayor rango económico puedan sostener la economía, lo que me preocupa es que el pensamiento del gobierno que va también a dirigir en el periodo 2024-2028, por el presidente Luis Abinader tiene puesta su mirada en otro orden de cómo obtener más recursos.
Es necesario promover la inversión y el emprendimiento dentro de la reforma fiscal, simplificando el sistema tributario reduciendo la carga a las empresas y las que quieren formalizar, es necesario limitar los gastos que realiza el gobierno en gastos corrientes, así como también en subvenciones a sectores privados que no necesitan ayuda para mantenerse de pie como es el sector turismo, la reforma fiscal debe ser integral y debe procurar que crezcan la cantidad de empleo, así como la mejora del gasto. Eso puede fomentar una inversión nacional como extrajera en la medida que los fondos se utilicen de manera adecuada.
En la actualidad los servicios públicos, la protección social, la educación, la salud necesitan inversiones que de no ser realizadas pueden provocar un estallido social, esas inversiones son necesarias para reducir la pobreza creando un bienestar en toda la ciudadanía.
Luego del teatro la República Dominicana que es miembro organismo internacionales que exigen una adecuada economía a nivel fiscal y tributario estarán a la espera de que mantengamos los índices de cumplimiento, para que eso nos permita un adecuado financiamiento y una asistencia técnica, muy necesaria en un gobierno que está jugando demasiado al teatro.
No apretemos la soga a los de a pies hagamos una reforma fiscal integral, apoyada en los que más tienen, patriotas que aman su nación.