Por: Gustavo Guzman, @gustavoguzmanrd
En 2021, la República Dominicana registró 75,686 casos de violencia de género y doméstica, de los cuales 22,474 fueron específicamente de violencia de género. Este incremento en los casos reportados en comparación con años anteriores refleja una mayor visibilidad y denuncia de estos incidentes, aunque también pone de manifiesto la persistencia de un problema alarmante.
En 2022, aunque hubo una ligera disminución en los casos reportados, la violencia intrafamiliar y de género continuó siendo un problema significativo y no resuelto. A pesar de diversas estrategias implementadas para combatir la violencia, incluidas campañas de concienciación y programas de apoyo a las víctimas, estas medidas fueron limitadas y no abordaron el problema de raíz. Resolver la violencia de género requiere políticas integrales que involucren a toda la sociedad.
El año 2023 vio un preocupante aumento en la tasa de femicidios, que pasó del 6.2% al 7.6%, a pesar de una disminución general en los homicidios. Esto subraya la necesidad de medidas concertadas que involucren a todos los sectores de la sociedad. Los esfuerzos de las autoridades para mejorar los sistemas de registro y la implementación de políticas públicas para proteger a las mujeres no han sido suficientes debido a la falta de un plan integral y un presupuesto adecuado.
En 2024, el Ministerio de la Mujer en la República Dominicana cuenta con solo el 0.08% del presupuesto general del Estado, que asciende a RD$1 billón 619,679.7 millones. Este presupuesto se destina a diseñar y ejecutar políticas públicas para promover la igualdad y equidad de género. Sin embargo, esta asignación es insuficiente para abordar la gravedad del problema. Es crucial que en el periodo 2024-2028, el presidente Luis Abinader asuma esta causa con la seriedad que requiere y se implementen acciones contundentes y menos promesas vacías.
Aunque los datos de 2024 aún no se han publicado en su totalidad, se espera que las tendencias de los años anteriores continúen. Los esfuerzos realizados hasta ahora son importantes, pero el verdadero desafío radica en concientizar a hombres y mujeres para lograr una crianza libre de machismo y basada en el respeto mutuo. Es imperativo que la sociedad dominicana se una para erradicar este flagelo profundamente arraigado en su cultura.